
Domingo García nació en Viloria de Rioja en 1019. Dedicado desde joven a la vida religiosa, fue junto con el obispo de Ostia, Gregorio, quien llevó a cabo la construcción de un puente de madera que permitiera el paso de los peregrinos sobre el río Oja.
Posteriormente a este trabajo, ya Gregorio fallecido, llevó a cabo la preparación del terreno (limpiándolo de árboles, entre otras tareas), para la construcción de una calzada de piedra que, esquivando la romana, favoreciera el tránsito de los creyentes a Santiago.
Conocido por ello como Santo Domingo de la Calzada, el religioso continuó con la creación de infraestructuras básicas en torno al camino: albergue, hospital, pozo, lugar de culto… De manera paralela, en los alrededores de su morada, se fue creando un pequeño municipio, que adoptó el nombre de su fundador.
Todos estos trabajos han llevado a Santo Domingo de la Calzada a convertirse en el Patrón de los Ingenieros Civiles. Un profesional, en pleno siglo XI, que ya puso en relieve la importancia de las Obras Públicas, tanto en el aspecto religioso (para alcanzar Santiago) como en el social (con la incorporación de infraestructuras básicas, hasta entonces inexistentes en la zona).
La fecha de 12 de mayo, día de la profesión, coincide con la muerte del Santo, allá por el año 1.109. Dicho día seguimos festejando, casi un milenio después, la labor de Domingo García en la divulgación de las Obras Públicas.
Este año también online, celebramos de nuevo la profesión, con la participación de grandes expertos de la Ingeniería Civil. Repasaremos su pasado para abordar su futuro, con el testimonio de todos nuestros Colegiados y con la aportación de profesionales de unas Obras Públicas aún hoy en día imprescindibles para la sociedad.